Los estudios muestran que los deportes de resistencia son los más recomendables para la reducción de los niveles del colesterol LDL. Con la práctica de deportes de resistencia se aumenta el nivel de colesterol “bueno” HDL. La frecuencia cardíaca de una persona con el corazón sano en la práctica deportiva debería estar entre 120 – 150 pulsaciones por minuto. Pero también el estrés puede aumentar el nivel del LDL, por lo tanto, es recomendable una combinación de deporte de resistencia y de técnicas de relajación, como por ejemplo el yoga.