El colesterol es una sustancia grasa natural que está presente en todas las células de nuestro cuerpo y que es necesaria para el normal funcionamiento del organismo. La sangre conduce el colesterol desde el intestino delgado hasta los órganos que lo necesitan.
El consumo de exceso de grasas de origen animal, alcohol y algunas enfermedades del metabolismo, como la diabetes pueden provocar un aumento de los niveles de colesterol.
Tipos de colesterol
Seguro que has oído hablar del colesterol bueno y del malo, ¿verdad? Pues centrémonos en este último, también llamado colesterol LDL. Cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el sobrante se deposita en la pared de la arteria y contribuye su progresivo estrechamiento originando un proceso que se denomina “arteriosclerosis”.
Efectos del colesterol en nuestro organismo
Esta enfermedad es responsable de diversos cuadros clínicos ocasionados por la insuficiente llegada de riego sanguíneo al corazón o al cerebro. Así se produce en la angina de pecho o el infarto de miocardio, entre otros. Hasta aquí las malas noticias, vamos con las buenas.
Si mantienes bajos tus niveles de colesterol en sangre, puedes lograr que ese colesterol pase de la pared arterial nuevamente a la sangre y allí sea eliminado. ¿Cómo se consigue? Seguro que ya lo estás pensando: dieta baja en grasas, aumentar el consumo de fruta, verduras, reducir la sal y los azúcares. Levántate y muévete, te vendrá bien para bajar peso y eliminar el estrés, olvídate del tabaco y de la ingesta excesiva de alcohol, controla tu tensión y tu frecuencia cardiaca.
Si lo anterior no es suficiente existen tratamientos farmacológicos que tu médico te prescribirá para ayudarte.