Los triglicéridos altos se asocian con dos posibles complicaciones: una pancreatitis aguda y un mayor riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares en el futuro.
La pancreatitis debida a los triglicéridos altos
Una pancreatitis es una inflamación aguda de un órgano que tenemos en el abdomen, el páncreas. Es una complicación grave que en ocasiones puede ser incluso hasta mortal. El riesgo de pancreatitis aguda es proporcional a la gravedad de la elevación de los triglicéridos, y el riesgo de padecerla es mayor en personas que tienen unos triglicéridos en sangre por encima de 1.000, aunque por encima de 500 ya se recomienda tratamiento para evitarla.
Por eso, si los triglicéridos están por encima de 1.000 hay que tomar una actitud diligente para descenderlos. En cualquier caso, la gran mayoría de personas con triglicéridos elevados no llegan nunca a presentar una pancreatitis.
Los riesgos cardiovasculares provocados por los triglicéridos
La segunda complicación que tiene la hipertrigliceridemia es un mayor riesgo de presentar complicaciones cardiovasculares. En general, por tener elevados los triglicéridos a lo largo de los años, algunas partículas que transportan triglicéridos pueden también entrar en la pared de las arterias y favorecer así la formación de placas de grasa que al ir creciendo pueden obstruir el paso de la sangre. Los triglicéridos altos pueden asociarse también a hígado graso, también llamado esteatosis hepática, que en algunas personas puede favorecer el desarrollo futuro de un problema crónico del hígado o incluso un cáncer de hígado.