El impacto del peso y de la dieta sobre el colesterol es -al menos en nuestro país- limitado. En general los españoles seguimos una dieta razonable y el hecho de modificar el consumo de algún alimento concreto suele tener un impacto moderado sobre el colesterol de la sangre.
Sólo si la dieta es especialmente insana, el hacerla bien puede ayudar a reducirlo. Aún así, una dieta sana ayuda a reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares por mecanismos no siempre dependientes del colesterol. Por ello es importante hacer una dieta rica en frutas, en verduras, en pescados y pobre en alimentos procesados y en grasas de origen animal.
Además, es importante realizar ejercicio físico diario e intentar acercar el peso al ideal. Algunos alimentos funcionales, como los derivados lácteos ricos en esteroles o estanoles vegetales pueden también ayudar a reducir moderadamente el colesterol en algunas personas.