El colesterol total que se mide en la sangre y el colesterol que todos conocemos es en realidad la suma de tres tipos distintos de colesterol:
- Un colesterol que denominamos malo, el colesterol LDL, que es el que realmente se asocia con un mayor riesgo cardiovascular
- Un colesterol bueno o colesterol HDL, que sería un colesterol protector. Cuanto más elevado, menor sería el riesgo de complicaciones cardiovasculares.
- Un colesterol neutro, también denominado colesterol VLDL, que habitualmente no se considera a la hora de estimar el riesgo que tiene una persona de presentar una complicación cardiovascular futura.
Por ello es la cantidad de colesterol LDL, es decir, de colesterol malo y no de colesterol total la que los médicos consideramos a la hora de tomar decisiones sobre qué personas deben o no recibir tratamiento.